sábado, 2 de junio de 2012

Los camiones pesados contaminan cada vez menos.

Todavía queda mucho por hacer y el margen de mejora aún es importante, pero a día de hoy es una realidad que los camiones nuevos son progresivamente menos contaminantes y poco a poco más ecológicos. 

El sector del transporte genera una importante tasa de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (un 18% del total de estos GEI) y, según el Instituto Rocky Mountain de EE.UU., son el medio de locomoción que más ha acrecentado estas emisiones. Igualmente, los motores diesel que equipan estos camiones son especialmente responsables de problemas como la lluvia ácida, el smog y varias enfermedades como el cáncer o las relacionadas con el corazón o el aparato respiratorio; con emisiones ricas en partículas contaminantes. Y ahora, los nuevos motores diesel son un 90% más limpios que hace pocos años (partículas como el hollín o el monóxido de carbono se han reducido en gran medida). Por todo esto, la ley ha ido evolucionando gradualmente a más exigente, de forma que el sector de la automoción ha reducido bastante su impacto medioambiental, aunque todavía tiene parcelas para perfeccionar. 

Para este tipo de medios tan contaminantes y malgastadores de energía cada vez les queda menos. En EE.UU., el Gobierno ha decidido anunciar una nueva política de disminución del consumo energético y la contaminación que encierra medidas específicas para estos vehículos. En Europa, unas nuevas pautas marcan para 2011 descensos más severos sobre la contaminación que afectarán a camiones. 
Asimismo, el estudio del HEI y del CRI (siglas pertenecientes a Health Effects Institute y Coordinating Research Council respectivamente) afirma que el seguimiento de las emisiones contaminantes no es el único reto medioambiental de los camiones. La disminución en el uso de carburante, con costes en el diesel cada vez superiores y la desaparición del petróleo en mente, son algunos ejemplos de estos objetivos. Por lo que esta industria deberá agenciárselas para desplegar técnicas que por una parte recojan las partículas y los gases contaminantes que emiten, y tratar de mantener la eficiencia energética por la otra. 

Nuevas tecnologías anticontaminación: 
Los filtros de partículas pueden dar mucho juego, ya que los expertos aseguran que no se ha investigado tanto como en el caso de los coches privados. En el Instituto Fraunhofer, sito en la ciudad alemana de Dresden, han desplegado un material cerámico poroso de carburo de silicio que podría aprovecharse como un filtro específico para motores diesel de vehículos grandes. 
Un estándar en la mayoría de los nuevos vehículos en Estados Unidos a partir de 2010, como son los tanques de urea, tienen la capacidad de minimizar también los NOx de los motores diesel. Varias compañías han creado tecnologías con este objetivo, como las llamadas SCR (cuyas siglas significan en castellano: "reducción catalítica selectiva basada en la urea") o DEF ("fluido del tubo de escape diesel" en castellano), con posibilidad de reducir las emisiones de NOx hasta un 90%. 

Menor consumo: 
Según algunos expertos, la eficiencia de estos vehículos podría mejorar con algunas tecnologías como unidades de energía auxiliares, neumáticos más eficaces o nuevos dispositivos aerodinámicos. Por otra parte, el aumento de los límites de peso, la longitud de los camiones, el aprovechamiento del espacio, un mejor diseño de la logística, y la reducción de la velocidad del vehículo serían otras medidas interesantes. 

Un motor híbrido supone un 20% y un 50% menos 
Los valedores de esta tecnología afirman que un motor híbrido gasta entre un 20% y un 50% menos de combustible. Aunque su precio todavía es prohibitivo y frena su comercialización masiva, los precios competitivos no tardarán mucho en llegar. 
En el Instituto estadounidense de Investigación Tecnológica de Georgia, investigadores estudian varias técnicas de aire presurizado unido a diseños aerodinámicos que podrían mejorar la eficiencia de estos vehículos entre un 8% y un 12%, de forma que se ahorrarían miles de litros de carburante. Y según un grupo de investigadores de la Universidad Paul Sabatier y el Centro Nacional de Investigaciones científicas (CNRS) de Toulouse (Francia) también busca aprovecharse la energía cinética formada según van frenando y acelerando los camiones. 
Además en el Instituto Tecnológico de Massachussets (Estados Unidos), están estudiando unos amortiguadores que recojan energía, y cuanto más pesado fuese el vehículo, más energía lograría con este sistema. Esto se consigue mediante un nuevo sistema compuesto por una pequeña turbina con un generador que recargaría unas baterías en los vehículos. 
El ralentí es otra importante línea de trabajo activa en busca de sistemas para reducir la contaminación y el consumo energético, ya que supone en un país como EE.UU. un consumo de alrededor de 7.600 millones de litros de combustible al año. 

En busca de los motores híbridos y eléctricos 
Aunque según los expertos los inconvenientes energéticos y contaminantes siguen siendo importantes, los camiones híbridos son cada vez más numerosos. Según fuentes del Forum de Usuarios de Camiones Híbridos, en 2009 se han comercializado más de 5.000 modelos de este tipo de camiones, cuando hace 3 años sólo se matricularon 200 unidades.

#Saira

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